viernes, 9 de mayo de 2014

Sangre


La sangre se caldea por la humedad del río. Fluye en riada por las venas. Aprieta mi garganta. Bordea mis ojos. Hierve mi piel. Asfixia mis arterias. Mi cuerpo es una mancha de sangre. Sin ideas ni convenciones. O estúpidos códigos morales manchando la idea original. Mi sangre es igual que la vuestra. Una sangre contaminada. Sucia ante el puñal del sacrificio. Cortada por las cuerdas del laúd. Las diferencias de densidad no son importantes. Mi cuerpo entero es un coágulo rojo. Negro. Muerto.Pero al vomitar, mi sangre, al descomponerme, beberé la sangre que correrá por el río. Porque correrá como se dijo. Y beberemos. Agachados. Ansiosos. Manchados. Satisfechos. De que el río corra delante nuestra. Llevándose vuestra sangre. Nuestra propia sangre contaminada. 




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