viernes, 29 de diciembre de 2017

Emigrante

Con la cabeza baja con la cabeza alta
de nuevo por el paso de Despeñaperros
el cielo está encapotao
y la niebla,
te recuerda que estas muerto.




jueves, 7 de diciembre de 2017

Este invierno.

Ha llegado el invierno. De nuevo pretenden alimentarnos con eufemismos mientras la gran máquina mantiene todas sus calderas encendidas para gente de abrigos de piel perfumados sobre sus corrompidos huesos. Y algunos dirán que el pasado fue peor y otros que el siguiente, y el presente pasa entre el dolor y la distracción para algunos, y para aquellos que no lo soportan el invierno acaba en un suelo como manto de muerte.

Las armas están congeladas. El valor esta congelado. El miedo vive. El miedo es un huésped en este invierno como fue en el pasado y será en el futuro para los que sobrevivan. ¿Qué clase de invierno será este? ¿Qué clase de invierno será el siguiente? ¿El último? ¿Otro más?


Mientras, la nieve esta ensangrentada aunque aquí ya dejó de nevar.  




jueves, 2 de noviembre de 2017

Esta mañana


Esta mañana en el coche había rocío.
Pero no olía a jazmín, ni a tomillo
                                  o azahar;

aquí sólo huele a frío.  






                                                                       Fotografía de Clemente Bernad. 

viernes, 29 de septiembre de 2017

La fiebre


Estuve tres días con fiebre. Llegué hasta los cuarenta grados. Pero no conseguí delirar. Todo fue neutro. Había algo, algo como si fuera de cualquiera. Dentro todo estaba frío a pesar del calor y los sudores y los temblores. Como un prisionero. Pero no hubo presentación ni pronunciamiento. Quizás la enfermedad, no fuera más que otro engaño.  




lunes, 18 de septiembre de 2017

Silo cerrado.


Abrí las puertas y los dejé pasar para cerrarlas de nuevo tras ellos. No confesaré si fueron elegidos por la razón o el azar, qué más da. Estaban allí encerrados. Habían sido engañados por una vez en sus vidas por alguien que no pertenecía a su clase. Todos buscaban el tesoro. El reclamo que los había unido como falsos hermanos. Y mi venganza cansada los miraba desde las puertas. Una muerte satisfecha se posaba en mis hombros. ¿Olería como ellos entre las llamas? ¿Cómo nos distinguirían entre las cenizas? El aire quizás soplaba fuera pero entre las rendijas no sentía nada.


 


miércoles, 6 de septiembre de 2017

Cronología.


Cuántos años de tristeza se acumulan en este silo. Cuántos años de lágrimas. Cuántos años de silencio. Fuera y dentro todo es distinto. Todo son imágenes y caras y ruido. No oigo nada. No me oigo a mi mismo. No os oigo a vosotros. La violencia tiene dueño. La violencia tiene víctimas. Y nunca son las deseadas. Todo esta cubierto de un aroma accidental, divino, irremediable. Atrapados en la providencia del Capital. Imaginando el olor de las flores que sobreviven entre las llamas. Pero sordos, inmóviles. Asfixiados. Sin la posibilidad de nacer. Años y años en este silo. Cuántos.  




lunes, 28 de agosto de 2017

Cumpleaños.


Celebro los abrazos en silencio. Mientras miro las armas y el grano de este silo. Los abrazos libres de desconocidos. Mientras los días nos tragan. ¿Es lo mismo el odio que el miedo? Fuera, fuera. Qué ocurre fuera. Nada. Sólo ruido. Y calor. Pero de nuevo se nubla a pesar de ser agosto. Y ahora tormenta. Y truenos Y el grito del viento golpea. Y ya no celebro nada. De nuevo miro las armas y el grano. ¿Hasta cuándo habrá grano? ¿Cuándo habrá que usar las armas? Otro año más viejo, más muerto. Mientras miro las armas y el grano de este silo.  




martes, 22 de agosto de 2017

De un agujero.


De un agujero.
He salido de un agujero.
Ardiendo.
Esperando jaulas de hielo.
Con el paso del tiempo como lo único.  




miércoles, 19 de julio de 2017

La muela del juicio.


Ha vuelto la muela del juicio. La última de las cuatro que me quedaba en las encías. Ha vuelto como es costumbre, empujando, inflamándolo todo con fuerza. Como huyendo. Una jodida muela, de qué huye una jodida muela. O qué es lo que quiere. Qué es lo que busca con tanto desgarro. No sé por qué la llaman del “juicio”. Ni lo voy a buscar en google. Me gusta creer que es algo que me pertenece. Que el único juicio que existe es el de nuestro cuerpo, el de nuestra mente. El de nuestra naturaleza. Ningún hombre podrá juzgarme. Ningún hombre tiene el consentimiento. Ahora sólo tengo que esperar este profundo juicio propio. Esperar a que asome siquiera un pico de esa muela. De la última muela. Porque por mucho que empuje no hay sitio para ella en mis encías. Y cuando asome creyéndose vencedora mi dentadura la detendrá. Y tendré que volver al dentista como ya hice con las otras tres. Y rajarme toda la encía para poder sacar esta muela tan contundente, profunda. Enorme y magnífica que no sirve para nada. Sólo para recordarte el único juicio. Y que con aquellos que se quieran apropiar de la competencia...sólo hay una cosa que hacer: acabar con ellos. Unos cuántos puntos lo arreglan todo.



  

martes, 23 de mayo de 2017

Agujeros


En los agujeros es donde caen todas las bombas. Donde caen todos los golpes. Donde caen todas las lágrimas. Donde caen todos los gritos, las amenazas. En los agujeros es donde caen todos los muertos. Donde caen todos los insultos. Donde caen todos los chantajes. Donde se cierran todas las puertas. Y el silencio se refugia. Donde las plantas no florecen. A pesar del canto de los pájaros. Esperando un estallido resucitado.  








miércoles, 26 de abril de 2017

Lluvias de primavera

Las lluvias de primavera
traen el olor
de los muertos de julio

cómo odio la carretera de la Coruña
conducir al lado de los nietos del pollo gigante
atascado entre los siervos de la corporación
donde todo se pudo haber salvado

el viento de Gernika me lleva hacia el mar
a las costas de Málaga y Almería
en las cuáles mi herencia se desbandó
donde mi nueva clase quedó marcada

entre el latón y el caló
de las ferias y las lluvias
de primavera

la tormenta cruza la mancha
Oh La Mancha
una recta abanderada de prostíbulos
llaveros de la GC y el SUP

camareros de tatuajes mitológicos
que salivan su asco por mi
mientras amablemente
los invito a dar un paseo

las lluvias de primavera
traen el olor
de los muertos de julio


y este es otro poema inacabado



                             Cruz negra, Malevich. 

miércoles, 19 de abril de 2017

Lucha o huye. Aíslate o asesina.

Qué comodidad el ala alternativa del sistema. Una pincelada estética y cínica. Con todo un neolenguaje de catedral. Encienden una hoguera y danzan alrededor y luego vuelven a casa . Y su endogamia aduladora es un fluido. Un constante ejemplo de lo muerto. De la clase siendo clase. Y vuestro discurso es un vacío. Vacío cuanto más aparentar. Intoxicáis la ciudad y el campo con vuestra presencia a pie. Con vuestras aspiraciones bañadas de renuncia. Vosotros sois el nuevo mundo. Vosotros sois el sistema reinventándose. Súbditos y robots. Vosotros sois el ruido y el silencio. El tiempo del lucha o huye ha pasado. Ahora sólo queda aislarse o asesinar. Quién eres tú.




sábado, 18 de marzo de 2017

Castilla

Ahí va Castilla
con su Reino
y sus herederos

Ahí va Castilla
con su espada
y su democracia

¡Que arda Castilla,
que arda!

Sus campos en llamas
os traerán
vuestro ansiado
reino celestial
pulcro y pecador

Ahí va Castilla
con su Reino
y sus herederos

Ahí va Castilla
con su cáliz
y su libertad

¡Que arda Castilla,
que arda!

Sus campos en llamas
nos traerán
nuestra ansiada
paz de los siglos
del llanto y el olvido






lunes, 13 de marzo de 2017

Despeñaperros

Mi nostalgia sólo es consolada por los rayos del Sol,
de este Sol que cruza el desfiladero
-dejando atrás esos campos rancios-
donde las ofrendas nacieron

antes de que los hombres fueran
agachados
para recoger el fruto

iluminados y masacrados
bajo el falso sacrocanto
que ahogó
los cantos de los pajarillos

antes de que los hombres olvidaran
silenciados
la cueva de los muñecos

donde los rayos de este Sol,
de este Sol que cruza el desfiladero
ilumina las flores del campo
y me ofrece su consuelo.








viernes, 3 de febrero de 2017

Mi posicionamiento


Mi posicionamiento vendrá con mi expresión artística. Ella hablará por mi. Yo a través de ella. Conectada con lo que soy, naturaleza y cosmos. La dialéctica y la retórica la dejaré para los enfermos de la psique material. Aquellos incapaces de subir al monte, que sólo abandonan sus tronos de perecimiento para ir al supermercado más cercano. Preocupados por esconder su herencia y su destino en su frente imaginario. Stalkeadores moribundos alimentados por el odio y los juicios del miedo. Incapaces de mirar al sol directamente sabedores de su fracaso y desesperación. Solos con su discurso encerrado, en el sistema que dicen querer crear, sin ver la misma trampa. Su mente ya no es más que un centro de nervios intoxicado y desconectado del universo. Ese que no les importaría destruir como han hecho consigo. Porque la palabra ensuciada no es más que el silencio. Porque la palabra ensuciada es sólo enfermedad sin recursos para sanarse. Porque no tienen realidad, sólo teoría muerta con ansias de destrucción. Aquellos que jamás apelarán a la creación. Y al amor. De ahí que mi posicionamiento venga y vague libremente. Contra los que jamás serán libres ni quieren que lo seamos.



  

viernes, 27 de enero de 2017

Ha nevado

Fuera nieva sobre las trincheras de las colonias de gatos
que rodean este pedazo de tierra urbanizado
perdido entre las horas de viaje a la explotación





lunes, 9 de enero de 2017

Yo sonrío.


Yo sonrío, frente a esa plaga de cristianos que me visitan a las 4 de la tarde como si olieran mi no café intentando instruirme sobre el significado de la vida mientras les sonrío y los veo quemados por el Sol como un rebaño de ovejas enfermas frente al horno de la incineradora testigos de su propia desgracia sus míseras almas alabando sus pobres maneras de agasajos y alhajas robadas como si sus rodillas estuvieran encalladas ante el misterio que no vislumbrarán en toda su corta vida de profetas de puertas cerradas y camas de oro y muerte no transfusionadas sino ridículamente maquilladas como si Dios su Dios se dejara encantar por un carmín que quiere decir recatada pero entregada a una causa superior por la cual moriría entre manos extrañas y lamentos profanos de salvajes que dicen ver la luz la verdadera palabra y obra del creador que se esconde entre los llantos de los nacidos y el quejío de los muertos a los cuáles yo sonrío y ante los cuáles me arrodillo como hijo del Sol.