viernes, 27 de enero de 2017

Ha nevado

Fuera nieva sobre las trincheras de las colonias de gatos
que rodean este pedazo de tierra urbanizado
perdido entre las horas de viaje a la explotación





lunes, 9 de enero de 2017

Yo sonrío.


Yo sonrío, frente a esa plaga de cristianos que me visitan a las 4 de la tarde como si olieran mi no café intentando instruirme sobre el significado de la vida mientras les sonrío y los veo quemados por el Sol como un rebaño de ovejas enfermas frente al horno de la incineradora testigos de su propia desgracia sus míseras almas alabando sus pobres maneras de agasajos y alhajas robadas como si sus rodillas estuvieran encalladas ante el misterio que no vislumbrarán en toda su corta vida de profetas de puertas cerradas y camas de oro y muerte no transfusionadas sino ridículamente maquilladas como si Dios su Dios se dejara encantar por un carmín que quiere decir recatada pero entregada a una causa superior por la cual moriría entre manos extrañas y lamentos profanos de salvajes que dicen ver la luz la verdadera palabra y obra del creador que se esconde entre los llantos de los nacidos y el quejío de los muertos a los cuáles yo sonrío y ante los cuáles me arrodillo como hijo del Sol.